Electrosensibilidad: datos para el debate

La electrosensibilidad, hipersensibilidad electromagnética, electrohipersensibilidad o Síndrome de intolerancia a los campos electromagnéticos (SICEM), es una respuesta de intolerancia del organismo frente a los campos electromagnéticos a dosis que se encuentran por debajo de los límites de las actuales reglamentaciones.

Causas

Aunque la OMS baraja diversas hipótesis como causa para la electrosensibilidad y considera que no está demostrada su relación con los campos electromagnéticos, diversos investigadores con experiencia con afectados y expertos en bioelectromagnetismo consideran que se trata de una enfermedad de carácter ambiental que está originada por los campos electromagnéticos.

Existe un debate respecto a las causas de la electrosensibilidad que no se encuentra ajeno a las implicaciones tecnológicas e industriales. Algunos investigadores sostienen que los estudios subjetivos de provocación apoyan la teoría de que la electrosensibilidad podría estar causada por el efecto nocebo. Sin embargo otros autores niegan esta posibilidad y hay estudios subjetivos de provocación que demuestran la capacidad de los electrosensibles de detectar los CEM.

Organizaciones de afectados en todo el mundo consideran que el abordaje psicológico no es adecuado para la electrosensibilidad y que se trata de una respuesta fisiológica alterada causada por la exposición a los campos electromagnéticos

Hay autores que consideran que este tipo de estudios subjetivos de provocación no son válidos para demostrar el carácter psicológico de la electrosensibilidad, puesto que la capacidad de distinguir los CEM y padecer la patología pueden ser cosas diferentes. Otros autores consideran que son los estudios objetivos de provocación sobre variables somáticas los que apoyan el punto de vista de que la electrosensibilidad es un trastorno de carácter fisiológico. De manera más reciente hay estudios que investigan biomarcadores para esta patología e investigaciones que desarrollan variables analíticas que se ven alteradas en los electrosensibles y que tienden a estabilizarse cuando los pacientes pasan un periodo de alejamiento de campos electromagnéticos.

Organizaciones de afectados en todo el mundo consideran que el abordaje psicológico no es adecuado para la electrosensibilidad y que se trata de una respuesta fisiológica alterada causada por la exposición a los campos electromagnéticos. Por otro lado, hay una abundante literatura científica sobre efectos biológicos adversos de los campos electromagnéticos dentro de los límites de las actuales reglamentaciones que también viene a apoyar el punto de vista fisiológico para la electrosensibilidad.

Entre los múltiples aparatos e infraestructuras que desencadenan la sintomatología en los afectados están las antenas de telefonía, los teléfonos móviles, Wifis y otros sistemas que utilicen transmisión por radiofrecuencia como vigilabebés o televisores inteligentes, así como otras fuentes de emisión de campos eléctricos y magnéticos de baja frecuencia, como líneas de alta tensión, cableados domésticos, subestaciones de transformación y motores eléctricos.

Síntomas

Los posibles síntomas, semejantes a los observados en las proximidades a las antenas de telefonía y los experimentados por los trabajadores de radar, son: fatiga, alteraciones del sueño, dolores de cabeza, malestar, dificultad para concentrarse, depresión, pérdida de memoria, alteraciones visuales, irritabilidad, alteraciones de la audición -tinnitus-, problemas de la piel -erupciones cutáneas-, problemas cardiovasculares -palpitaciones-, mareos, pérdida de apetito, dificultades de movimiento y náuseas.

Concomitancias

La electrosensibilidad es investigada por algunos autores conjuntamente con la Sensibilidad Química Múltiple con la que compartiría mecanismos subyacentes comunes y con la que presenta un alto índice de comorbilidad. También aparece junto al Síndrome de Fatiga Crónica y en menor grado junto a la fibromialgia. Todas ellas forman parte de los Síndromes de Sensibilidad Central.

Prevalencia

En la actualidad, sólo Suecia desde el año 2000 ha reconocido la electrosensibilidad como discapacidad

No hay registros oficiales y por tanto no hay información precisa sobre cuantas personas puedan estar padeciendo esta patología. Según diferentes encuestas, porcentajes de población que van del 1.5%, encontrado en California, pasando por un 3%, detectado en Suecia, hasta el 5%, en Suiza, podrían estar experimentando síntomas relacionados con la electrosensibilidad; y, según estimaciones de asociaciones de afectados, un 0.001% de personas podría estar padeciendo electrosensibilidad en grado severo.

Diagnóstico y tratamiento

El Colegio de Médicos de Austria considera que, cuando se sospecha que los problemas de salud puedan estar relacionados con los campos electromagnéticos, el diagnóstico debe realizarse mediante cuestionario estableciendo la posible correlación entre la Historia de los problemas de salud y la exposición a los campos electromagnéticos, además de excluir todas las otras posibles causas.

El principal método de tratamiento recomendado es la prevención o reducción de la exposición a los campos electromagnéticos, acompañado de otras medidas que consistan en la reinstauración de la capacidad de regulación oxidativa y nitrosativa a través de sustancias como vitaminas y anti-oxidantes.

Mecanismos biológicos

En cuanto a las causas biológicas, la Guía EUROPAEM para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades y problemas de salud relacionados con los Campos Electromagnéticos (CEM-EMF), apunta al estrés oxidativo relacionado con la afectación en los canales de calcio en las membranas celulares como mecanismo implicado en la electrosensibilidad. Hay también otras teorías acerca de la acumulación de metales pesados y la posibilidad de la influencia de determinados patógenos en el organismo.

Situación legal

Resoluciones del Parlamento Europeo en 2009 y de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en 2011 han pedido su reconocimiento. Sin embargo en la actualidad sólo Suecia desde el año 2000 ha reconocido la electrosensibilidad como discapacidad. Recientemente son varias las sentencias judiciales en los tribunales españoles que han concedido la Incapacidad laboral a personas afectadas por electrosensibilidad.

Electrosensibilidad y derechos humanos

Además de la incomprensión y las dificultades para realizar la adaptación en su entorno, según algunas instituciones e informes de expertos, los electrosensibles como personas que padecen enfermedades de carácter ambiental se enfrentan a situaciones de gran sufrimiento en las que se podrían estar vulnerando sus Derechos Humanos, ya que por razón de la discapacidad asociada a su situación de salud tienen limitada su movilidad, su participación social y el acceso en unas condiciones adecuadas a servicios básicos como la sanidad o la educación.

Fuente: Carlos Álvarez Berlana, Responsable del Área de Comunicación de la Asociación Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud (EQSDS).